Friday, January 10, 2025

Trinos y Chabacanerías

En julio de 2024 visité Colombia después de 9 años de no haber ido. Estuve en dos ciudades del suroccidente colombiano: Popayán y Cali, distantes apenas a hora y media de camino a tierra. Sin embargo, Popayán es una ciudad más andina y Cali tiene una cultura más costera, caliente, aunque también sea andina. Una de las cosas que más me llamó la atención fueron los nombres de las cosas. Como se llaman las tiendas, las unidades residenciales y los restaurantes le dan ya un estilo andino versus costero al entorno.

Popayán tiene unos nombres ahí bien pretenciosos como ciudad real que se denota, mientras que los nombres en Cali son todos chabacanos y ordinarios. Yo inventé una serie de nombres que imitan el estilo de los nombres de cosas en Popayán versus los nombres en Cali.

Nombres en Popayán: 
  • Palos de la morada
  • El descanso del tirno
  • Flores del rocío
  • Brisas del monte
  • Trinar de la Arboleda
  • Cascada del oasis
  • Veredas de la hacienda
  • Palos del bosque
  • El cantar del cieno
  • Maderas del romero
  • Acacias del estero
  • Remanso del recuerdo
  • Trinar del retorno
  • Aromas de la colina
  • Prados del rosal
  • Álamos de la alhambra

Cuando uno va en carro por Popayán, se respira frío, perfume, paz y armonía, un ceremonioso hálito de camino colonial campestre. Y así va uno admirando las estelas de la morada, los trinos de la cascada, las brisas del viento, el remanso del descanso, el silencio callado, el alto de la colina, el momento del tiempo, el rotor de la sinalesa, cuando va llegando a Cali, y la armonía se transforma en torpe decadencia, en un sopor áspero como los nombres de sus cosas:

Panadería El Chueco
  • Papelería La mocha
  • Sancocho el Sangreyuca
  • El Sincerebro
  • Venípacá Charcutería
  • Delicias La vieja
  • Pa'onde Jacinto
  • El mequetrefe Autopartes
  • Optometría El orzuelo
  • Pal Chirimoyo Atención psicológica
  • Ortodoncia el mueco
  • Peluquería el Calvo
  • Lechonas modertelcodo
  • Lo demás es loma
  • Tienda naturista Chupateldedo
Se experimenta un olor dulzón a letrina vieja y estancada, un humor a calor mezclado con humedad y brisa, y ese desparpajo desinteresado y sin miramientos le da una majestad única a la ciudad donde cada nombre esconde un viejo sarcasmo que todos reconocen. Así que, si quiere hacer la tarea, váyase para Cali y recolecte nombres de moteles y discotecas, que esos sí son para completar un libro. Por eso se dice que lo demás es loma. 

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