“Acuscambado”
describe un estado de ánimo melancólico que se refleja en una actitud corporal
de silencio y recogimiento. Es una palabra muy común en el español colombiano,
pero en especial el de la región del Valle del Cauca. El escritor vallecaucano
Andrés Caicedo (1977) lo usa en boca de su personaje La Mona, para describir a
su amigo Ricardo, quien se mostraba bajo de ánimo: “Pero él estaba más bien
como medio acuscambado”, en oposición a La Mona que se encontraba muy animada para salir de fiesta.
Es una palabra que proviene del
verbo “acuscambar”, que en lengua quechua era “kusquipáyay” (Tascón) y
significaba fatigar a preguntas o examinar a alguien con ahínco. Se usa mucho
entre indígenas bilingües de algunos pueblos de Perú (Cotton y Sharp). En el
suroccidente colombiano se usó probablemente hasta 1960, y luego se perdió el
sentido verbal. El adjetivo derivado de este verbo es el que sobrevivió en el
español del Valle del Cauca. “Acuscambado”, pues, se refiere al efecto que
resulta de alguien que ha sido acosado a preguntas, que se mostraría fatigado o
incómodo, posteriormente melancólico, como lo registra Andrés Caicedo. El
sentido original de “acuscambar” se habría de perder cuando se impusiera el
adjetivo que resalta el resultado.
Sobre cómo llegó una palabra de
origen quechua al suroccidente colombiano, al final de la entrada “zapallo”
encontrará las posibilidades que se plantean. ¿Usted ha escuchado la palabra como verbo, "acuscambar"? ¿Ha escuchado la variante "acuscumbado", con dos "ús"?
Gracias a Clara Inés, Carlos Hernán, Anny y Rafael que me ofrecieron información útil sobre esta palabra.
Cierto, muy buena definición y uso mi abuela que nacio a finales de 1890 y vivió 98 años la usaba lo mismo mi madre.
ReplyDelete