Publicado en El País de Cali: www.elpais.com.co
El link a la publicación original está perdido, pero lo acutalizaré en cuanto se resuelva la cuestión.
Escándalo: 'haiga' sí se puede decir y escribir...
Existe una cruzada mundial contra el uso de “haiga”, al cual califican de pecado mortal o crimen contra la humanidad. Algunos dicen simplemente que “no existe” porque no está en el diccionario de la Real Academia. Otros, para colmo de males, dicen que “haiga” es un error ortográfico.
El link a la publicación original está perdido, pero lo acutalizaré en cuanto se resuelva la cuestión.
Escándalo: 'haiga' sí se puede decir y escribir...
Existe una cruzada mundial contra el uso de “haiga”, al cual califican de pecado mortal o crimen contra la humanidad. Algunos dicen simplemente que “no existe” porque no está en el diccionario de la Real Academia. Otros, para colmo de males, dicen que “haiga” es un error ortográfico.
“Haiga” no es un error ortográfico, sino una manera
alternativa de conjugar el verbo “haber” en presente de subjuntivo, en lugar de
“haya”, como por ejemplo: “No me gusta que haiga tanta gente” o “Es posible que
él no haiga venido”.
El campo de la ortografía es únicamente el de lo
escrito, no lo hablado. Si alguien escribe “kiero aserte felis”, en español
latinoamericano, sí está cometiendo varios errores de ortografía, pues la frase
suena exactamente como el correcto “quiero hacerte feliz”. El error está en la
escogencia de las letras o “grafías”, de ahí “orto” que significa “bueno” y
“grafía”, que significa letra.
No hay manera como la palabra “haiga” pueda sonar
igual que “haya”, porque “y” y “ig” representan sonidos diferentes. “Haiga” y
“haya” son formas orales distintas. Corregir algo que se dice oralmente no es
propio de la ortografía, sino de la gramática prescriptiva o preceptiva, que
busca promover una manera uniforme de usar el idioma en contextos formales o
cultos. A este uso uniforme del idioma se le conoce como “estándar”.
Algunas personas que condenan el uso de “haiga” se
basan en que el diccionario académico define “haiga” como un automóvil y que
esto nada tiene que ver con “haber”. Es decir, se basan en un uso equivocado
del diccionario. El diccionario de la Academia no trae como entradas
principales verbos conjugados, así que no espere encontrar “haiga” ni “haya” en
el diccionario.
Si quiere conocer la forma estándar de conjugar un
verbo, debe buscar la forma infinitiva, en este caso “haber”, y pulsar la
opción “conjugar” en la versión en línea del diccionario (www.rae.es).
Como “haiga” es una conjugación no estándar, el diccionario solo presentará la
forma “haya”. Pero esto no significa que “haiga” no exista. Todo lo que dice un
hablante nativo siempre existe.
Estudios lingüísticos muestran que “haiga” se usa en
todo el mundo hispanohablante, sobre todo en sectores rurales. Sin embargo, lo
más sorprendente es la investigación que hicieron Mary Johnson y Sonia Barnes
en Ciudad de México. Encontraron una frecuencia de uso del 36.4% de “haiga”
versus “haya”, lo que es bastante más de lo que se esperaba en un sector
urbano. Y demuestra que “haiga” sí existe.
Lo que pasa es que ese porcentaje que dice “haiga”
forma parte de un sector marginado y despreciado por la sociedad, la gente con
menor poder adquisitivo. Ese es todo el problema que tiene: que “haiga” es una
conjugación propia de la clase menos favorecida, y de ahí que la élite
intelectual condene su uso. Y la historia de “haiga” nos dice que no siempre
fue esta su situación.
La forma “haiga” se usó con toda
naturalidad entre personas
escolarizadas, cultas y educadas hasta el siglo XVIII. Mi propia investigación
en documentos históricos muestra que autoridades administrativas y judiciales
de todo el continente americano escribían “haiga” sin problema. En todo caso,
hay que reconocer que siempre fue más común en lo escrito la conjugación “haya”.
Si nos vamos al latín hablado, encontramos que incluso
“haya” se derivó de una pronunciación informal.
“Haya” proviene del
subjuntivo “habea”, que pasó a “haea” y de ahí a “haia”, por esa tendencia que
todavía existe a convertir la “e” en “i” entre vocales, como ocurre con
“pelear” y “peliar”.
Pero esas tres
vocales juntas en “haia” resultaban muy raras para el hablante de la edad media
temprana, época intermedia entre el latín tardío y el surgimiento del
castellano. Así que el hablante medieval empleó dos estrategias para pronunciar
“haia”: una fue introducir la consonante “y”, que en “haya”, y otra, la
consonante “g”, que dio “haiga”. Es como cuando se dice “yerba” para “hierba”,
o “güevo” para “huevo”.
A pesar de todo,
sigue siendo un misterio si esta “g” surgió simplemente de la pronunciación o
de un intercambio de conjugaciones con verbos como “traer”, “caer” y “oír”.
Nótese que “tra-iga”, “ca-iga” y “o-iga” tienen la misma terminación que
“ha-iga”. De
hecho, existieron también “traya”, “caya” y “oya” en español, como el moderno
“haya”, pero “traya” sobrevivió solo hasta el siglo XVII según mi búsqueda en
documentos históricos.
El hecho es que
“haiga” fue normal hasta el siglo XVIII, y solo en el siglo XIX fue cuando
empezó a considerarse un error, tal vez por la mayor popularidad que ya tenía
“haya” entre las élites intelectuales.
“Haiga” ha
sobrevivido por continuidad con la tradición colonial en comunidades marginadas
de las tendencias culturales de la élite. Las personas lo dicen, no por error,
sino porque así aprendieron a hablar de sus padres y abuelos.
“Haiga” es una
conjugación no estándar de “haber”. Decir que es un “error ortográfico” o que
“no existe” es más equivocado que decir “haiga”.
Si usted tiene
curiosidad para buscar en documentos históricos, puede consultar las bases de
datos en http://corpus.rae.es/cordenet.html o www.cordiam.com. En mi blog, además, tengo otros comentarios sobre el
lenguaje popular (https://bloglenguaencolombia.blogspot.com/) y me
puede escribir con toda confianza a lenguaencolombia@gmail.com.
Ligüísticamente correcto, pero no académicamente. HAYA es correcto en ambos campos, así que no es necesario (¿necesario?) crear controversia. De todos modos, ¨haiga* no goza de una aceptación generalizada, no.
ReplyDeleteEs una variante no estándar, no un error, menos ortográfico. ¿Usted usaría "mesmo" y "ansina" porque está en el diccionario académico? Y sí, lo están.
DeleteQué interesante. Muchas gracias por esta publicación que pone las cosas exactamente como son. Un cordial saludo desde Chicago.
ReplyDeleteEl lenguaje lo define el parlante y no la Academia que se encarga de recolectar los modos mayoritariamente usado por una población. En Colombia se acuño desde hace tiempo el término amigovio, como un amigo con cierta relación sentimental o amoroso, pero esta palabra no la indico, ni la creó la academia mas bien analizó su aceptación y uso en cierta población y por ende, la consigno en el Diccionario RAE. El Lenguaje es dinamico y a el pertenecen también los arcaísmos. Si se usa para comunicar algo: EXISTE!
ReplyDeleteSí, declarar que una palabra no existe solo porque no es estándar es una acto de violencia simbólica contra el grupo socialq ue la utiliza, solamente eso.
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